Cada persona tiene una imagen de sí, esto es, una percepción de la apariencia que tiene para las otras personas.
Las personas que están satisfechas con su propia imagen son habitualmente más seguras de sí mismas, más eficientes en el trabajo y en situaciones sociales.
Pequeños cambios o modificaciones físicas externas pueden provocar grandes cambios en el interior de la persona, permitiendo que su auto confianza florezca.
Por este motivo es importante que la persona entienda muy bien, antes de someterse a un determinado procedimiento quirúrgico, qué puede esperar de él.